Mi país llora ante la sombría aparición de la miseria
las cajas con frente de vidrio
apuñalan esta efímera realidad
nada se sabe de la verdad
los gobernantes tienen hambre de votos
encerrados en sus discursos de cafetín
se inicia una guerra silente
donde el pueblo parece inerte
solo algunos opinan estupideces
solo algunos piden ponme donde haya
para así satisfacer su idiota ambición
y sumergirse en la riqueza ficticia del momento.
Viejos eruditos de filosofías partidas
ostentan el temor de que les sea arrebatada
su hipócrita palabrería
ante una nueva estirpe de
neo-marxistas
anarquistas
postmodernitas
revolucionarios de pacotillas
todos pro capitalistas
que solo aspiran
con asombrosas estocadas
hipotecar o regalar la tierra que los trajo a la vida.
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