Deja que entierre mi corazón en el recuerdo estacionario donde descansa mi razón,
a pesar que mi interior es una tormenta sin calma,
no se si ando vivo,
hoy me acompaña la lírica ingenua de tus dedos acariciando las letras de un tal vez.

El tiempo y su vil con su condena,
ira o pena.

Te imagine hasta que te encontré en la furibunda ausencia de mi ser,
Ven a mi,
ya estoy allá junto a ti...
Enviado desde mi BlackBerry de Movistar

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