Ya no te imagino en el silencio de mi soledad
Hoy te vivo en vida
Muerta reposaba mi alma cuando caminaba sin mirar a los lados
Y vuestra sonrisa robo esa esperanza que de mi huía forajida
Cuan rayo en la sombra del día
Partiste mis pasos en millón de trozos
Con la fusión de nuestros labios
Me has enseñado a odiar al sin sabor de la despedida.

En esta noche en que volteo al mundo con tus te quieros y mis te amo
La risa de los peces extintos
Alimentan mi andar por el vasto mar de concreto
Gimiendo y pululando fantasías.

La eternidad y el viento se han hecho despojo apacible
Que desnudo con ilusión
Mientras toco tu cuerpo como guitarra que siembra en mi ser
La esencia pura y fiel de cada latido de mi corazón
Y bebo tu aliento como esa copa de vino tinto que con arrebato de pasión llenaste con el caldo promotor de cálida seducción.

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