Aquí el estrago de una cándida lluvia fue aglutinando las lágrimas del sol,
La luz artificial partió a darse un descanso forzoso,
Parieron las calles y canales de las aceras barquitos de papel,
Con hojas ensangretadas de olvido puse en sus anclas el mejor de mis latidos,
Para que intente llegar a ti,
Esta plegaria nocturna,
Este hálito encomiable de habitar no en tus pensamientos,
Sino en tu piel uno y cada segundo que el tiempo nos secunde,
Hacerte mas que amada mi compañera que borre a la soledad de nuestra aventura,
Para viajar a cualquier lugar y ser una poco de mas eternidad,
Dentro de tanta mortalidad.

Christian Jaimes
“Chrija”

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