Huyendo de las ganas, esperando la nada

De quien corremos cuando la lluvia cubre nuestro cuerpo
de que nos ocultamos cuando la noche cierne su manto oscuro sobre esta tierra
a quien esperamos mientras nos tragamos las horas viendo a los lados
cual es la suerte de una ingenua mirada que contempla el verdor de las plantas
y simplemente su piel se funde con la magica brisa que surca a esta silente presencia
que buscamos destrozando nuestros recuerdos
que aspirando en esta solitaria marcha que desconoce su efimera pausa
que diferencia existe en el ayer
el hoy
el mañana... 

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