Si soy capaz de levantar mis dedos y hacer que una tonta ira corroa tus poros
Tus maldiciones entonces
Alimentaran la risa exacta de mi excelso triunfo
En esta batalla que se convirtió en el descubrimiento de mi gloriosa y exitosa empresa
Al demostrarte
Que toda insípida esencia necesita mi maléfica huella.
Mi destino es la muerte
La acepto con vestidos de gala
Porque mi entierro
Se transformara en una impresionante estrella
En el recuerdo
De un sinfín de miradas eternas.
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