Canto vivo
Canto muerto
En un mundo imperfectamente bello
Tontamente seco plagado de estrellas lunas y soles encerrados en cuerpos de humanos
Inspirados en la fe tonta y ciega de dioses extranjeros a vuestra voluntad de acero corazon eterno.
Y caen angeles
Suben demonios
Solo nos envidian el placer de olvidar nuestros tormentos
Cuando el padre tiempo nos borre de su lista
Gozando aquello que han de llamar pecado
Siendo esclavizados a nuestros deseos de vida
Donde el bien y el mal son excusas vagas que nos incitan a acariciar
Los extremos del amor y el odio.
Una historia sin fin de este efimero ideal
Que hace del cielo y el infierno un espejo viciosamente surreal.
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