Hoy quiero hablar de un dolor que supera las frias lagrimas de la soledad
Es sobre la ausencia repentina de tu canto.
Mientras yo respiro
Tu cuerpo yace inerte cubierto de esta tierra que pisan mis pies
Vagando como mendigo de tu risa.
Tu silencio hoy ya es tu silencio
Cuan es eterno tu silencio
Donde la paz y la libertad acarician mi vida como guia
Que iluminan la senda de un digno final
Y con mil te quieros partire al umbral de tu huella en mi pluma
Soñando despierto en este mundo absorto y dormido
Desarmare al vencido para hacerlo esclavo de tu olvido.
Y me quemare con el fuego de tu silencio
Armando infinitos susurros que llevare a tu oído
En un bello y tierno amanecer cuando haga de ti
Una perenne plegaria de vida y alegria eterna.
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